Friday, August 28, 2009

Carta A Fortuño


Con todo este debacle que hay en el Internet (especialmente en Facebook) de que “Fortuño nos quiere decir a que hora podemos beber.” Yo decidí escribirle a usted y por este medio comentar desde mi perspectiva de estudiante recién-graduado de la UPR, sobre la nueva ordenanza de cerrar las barras a la medianoche. Originalmente no estaba de acuerdo con este método de control social (o de imposición del miedo), pero ya que su administración insiste en imponer estas medidas (dracónicas), con toda la intención de proteger a la población (de ellos mismos y de sus vicios) y de mantener el orden y la seguridad de los ciudadanos; quisiera sugerir algunas medidas que deberían considerar implementar simultáneamente.

Primero que nada, al igual que las barras, considero que les deberías obligar a cerrar después de las 12:00 am; a toda cadena de comida rápida, muchas de las cuales operan 24 horas al día. Si se trata de evitar que los ciudadanos consuman sustancias perjudiciales a su salud después de la medianoche; considera el prospecto de comerte una hamburguesa con queso y tocineta a eso de la 1:00am. Además, si se trata de mantener el orden y la seguridad del transito, al menos se deberían de cerrar los servi-carros después de la medianoche. Porque ¿algunas vez has tratado de manejar un auto mientras “dipeas” un nugget en salsa BBQ? No está nada de fácil, te puedo decir yo.

Y en cuanto a los estudiantes quejándose en Facebook; entiendo que se han perdido el punto de todo este plan maquiavélico. Pienso que debería usted (Sr. Gobernador) explicarles a los estudiantes que; no se trata de decirnos a que hora podemos beber, ya que podríamos comprar una botella de ron e irnos a beber a nuestros hogares hasta las 4:00am (como en los “viejos tiempos”). Explícales que lo que estás haciendo es diciéndole a los empresarios, dueños de barras, a que hora tienen que cerrar sus negocios ya que “contaminan” a nuestros ciudadanos, y nuestros espacios públicos, las aceras y carreteras. De la misma manera que, yo entiendo, las cadenas de comida rápida, con sus grasa saturadas y niveles de azúcares espantosos, contaminan y hacen daño, al consumirse tan tarde en la noche, además de todas las bolsas y contenedores de papel, cartón y plástico que nos dan con esa comidita “to-go” que terminan desbordándose de zafacones en las aceras o volando por la carretera cuando alguien termina de comer y lo tira por la ventana.

OK ya se lo que esta pensando, sr. Gobernador; piensa que yo soy un demente “socialista” que quiere cerrar los únicos negocios que generan capital a esas horas de la madrugada, durante la depresión económica mas fuerte del milenio. Pero no es así, e inclusive tengo una idea para aliviar las perdidas que generarían nuestras medidas en el sector gastronómico. Con el cierre de los negocios de comida rápida, se les debería, no tan solo permitir, sino incentivar a negocios pequeños de producción de comida local (pincheros, sandwicheras, guaguas de comida), para de esta forma generar capital en el sector de servicios, pero mas importantemente, mantener ese capital en las manos de puertorriqueños que lo van a gastar aquí mismo en la isla.

Entiendo que la intención de su administración es hervir nuestras emociones al punto de ebulli/revolución. Pienso que esta combinación de tácticas (algunas que ya ha implementado y otras que aquí sugiero) como la brutalidad policíaca, las imposiciones morales como decirnos cuando y donde podemos beber o que comidas podemos comer, sería un escenario excelente para lanzar al pueblo a las calles a crear (o por lo menos intentar) una nueva sociedad/cultura, con alternativos estilos de vida. Que Viva la Pluralidad y a la Mierda las jerarquías.

P A Z

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